Se trata de una serie de monasterios situados en lo alto de unas gigantescas masas rocosas que parecen suspendidos en el aire , y a los que se llega por medio de unas escaleras que se conectan entre sí, por lo demás totalmente aislados.
Desde el siglo XIV conviven monjes cristianos ortodoxos y están considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Al principio los habitaron ermitaños que de esta forma sentían que estaban más cerca de Dios.
Es muy curioso porque no se sabe como podían subir por esas paredes tan escarpadas y como se construyeron los monasterios. ¿Quizás fueron unos grandes escaladores que llevaban a sus espaldas los materiales? Durante el viaje me sorprendió que realmente hubiese escaladores por los alrededores. Pero sin duda la teoría que más me fascina es la de los que proponen las cometas como medio para subir los aperos.
Actualmente sólo quedan 6 ocupados: Santísima Trinidad, San Estebán, San Nicolás, de la Transfiguración, Roussanou y el de Varlaam.
Maravillosas, Susana, estas vistas de los monasterios, ¡muy impresionante!, gracias por compartir esta experiencia con nosotros.